Cuando la fe se hace juego, oración y alegría
“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14).
En cada Navidad, el misterio de la Encarnación vuelve a tocar la tierra con ternura de niño. Dios se hace pequeño, cercano, palpable. Nace en medio del silencio y la pobreza, pero también en el corazón de los que saben acogerlo con sencillez.
En ese espíritu nace el hermoso texto: “Celebremos con el Niño Dios. Novena y actividades”, una propuesta pensada especialmente para los niños y sus familias, para que la espera del Salvador se transforme en una experiencia viva de fe, esperanza y amor compartido.
Un Adviento con ojos de niño
Cuando los niños esperan la Navidad, lo hacen con el alma llena de asombro: cuentan los días, miran las luces, se imaginan al Niño Jesús durmiendo entre el heno. En sus preguntas sencillas: “¿Cuándo nace el Niño?”, “¿por qué está en un pesebre?” hay una fe pura, limpia, capaz de evangelizarnos a todos.
El Adviento, tiempo de esperanza, se convierte así en un camino de descubrimiento para ellos. Cada día de preparación puede ser una nueva ventana para abrir el corazón a Jesús, con cantos, oraciones, gestos y juegos que despierten la alegría de creer.
El libro Celebremos con el Niño Dios ha sido creado precisamente para esto: para que los niños vivan la novena como una verdadera fiesta espiritual, en la que cada día se convierte en una aventura de fe.
Una novena que se reza... ¡y se juega!
Esta novena del nacimiento preparada con lenguaje cercano, ilustraciones dulces y dinámicas sencillas, invita a los pequeños a rezar, actuar y crear. No es una novena para leer en silencio, sino para vivir en comunidad. Cada día propone:
- Oraciones breves y comprensibles, que introducen los valores del Evangelio.
- Actividades manuales y artísticas, que ayudan a interiorizar el mensaje: dibujar, escribir, colorear, cantar.
- Preguntas para reflexionar en familia, que invitan al diálogo y a descubrir juntos el sentido de la Navidad.
- Pequeños compromisos diarios, para que la fe se traduzca en gestos concretos de amor, solidaridad y servicio.
Es una experiencia que hace que el hogar, la escuela o la catequesis se transformen en un pequeño Belén, donde los corazones se preparan para recibir al Niño Dios con alegría.
La pedagogía de la ternura
Educar en la fe a los niños es sembrar semillas que florecerán en el tiempo de Dios. No se trata solo de enseñarles oraciones o historias, sino de introducirlos en el misterio del amor divino.
El papa Francisco lo llama “la pedagogía de la ternura”, esa manera de transmitir la fe con gestos sencillos, mirada cercana y corazón abierto.
Celebremos con el Niño Dios encarna precisamente esa pedagogía. En sus páginas, la oración se vuelve canto, la catequesis se hace color y el mensaje evangélico se transforma en una vivencia alegre, capaz de encender en los niños el deseo de parecerse a Jesús. En cada actividad, el pequeño lector descubre que:
- Amar es construir el pesebre más hermoso.
- Compartir es abrir espacio en el corazón para los demás.
- Perdonar es preparar un lugar limpio donde Jesús pueda nacer.
De esta forma, la novena infantil no solo prepara para una fecha, sino que forma el alma de los niños en el espíritu del Evangelio.
La familia: primera escuela de oración
En el hogar cristiano, la novena de Navidad ha sido siempre un momento sagrado: el olor a natilla y buñuelos, el pesebre iluminado, los villancicos que llenan la casa. Todo eso es más que tradición, es evangelización doméstica. Allí, la fe se hace cercana, palpable, compartida.
El libro Celebremos con el Niño Dios busca revivir esa experiencia familiar, uniendo a grandes y pequeños en torno al pesebre. Las actividades están pensadas para que padres, abuelos, hermanos y niños oren juntos, cada uno aportando su voz y su creatividad.
Así, los adultos redescubren la frescura de la fe infantil, mientras los niños aprenden que creer es hermoso, alegre y posible en lo cotidiano. Rezar juntos en familia, alrededor del pesebre, se convierte en una catequesis viva, donde se enseña sin palabras que Dios habita en el amor compartido.
En la escuela y la catequesis: sembrar esperanza
El texto también se convierte en una herramienta valiosa para los educadores y catequistas. Su lenguaje accesible y su estructura flexible permiten adaptarlo a diferentes contextos: jornadas escolares, encuentros parroquiales, talleres de Adviento o espacios de pastoral infantil.
Con Celebremos con el Niño Dios, los niños no solo aprenden oraciones, sino que descubren el corazón del misterio cristiano: que Jesús es Dios con nosotros, el Emmanuel que viene a llenar de luz nuestra historia.
Cada jornada puede ser un taller de fe, donde se integran oración, creatividad, reflexión y compromiso solidario. Es también una excelente manera de introducir a los más pequeños en la liturgia y el sentido cristiano de la Navidad, ayudándolos a reconocer que no se trata de regalos ni fiestas, sino del nacimiento del Amor que salva.
Preparar el corazón para el nacimiento de Jesús
Cuando un niño reza con sinceridad, el cielo se alegra. Su oración es pura, confiada, llena de verdad. Por eso, el Adviento es también una oportunidad para dejar que los niños nos evangelicen con su sencillez. Ellos nos enseñan a esperar con ilusión, a mirar la vida con gratitud y a creer en el milagro cotidiano del amor.
El libro Celebremos con el Niño Dios quiere ser ese puente entre el asombro de los niños y la profundidad del misterio cristiano. Cada página es una invitación a preparar el corazón como un pesebre, donde Jesús pueda nacer de nuevo.
Y mientras ellos colorean, cantan y rezan, el Espíritu Santo va modelando en silencio una fe viva, alegre, capaz de transformar la familia entera.
Una herramienta que evangeliza jugando
En un mundo donde los niños crecen rodeados de pantallas y estímulos, necesitamos ofrecerles experiencias que conecten con su sensibilidad, pero que al mismo tiempo los formen interiormente.
Esta novena con actividades es una respuesta concreta: combina lo lúdico con lo espiritual, lo creativo con lo formativo. Es un recurso pedagógico, pastoral y afectivo que ayuda a educar la mente y el corazón en el asombro ante Dios. Cada oración y dinámica del libro enseña que la fe no es algo aburrido ni distante, sino una historia viva que ellos también protagonizan.
El Niño Jesús no está solo en el pesebre de Belén: quiere nacer en su corazón, en su escuela, en su casa, en su mundo pequeño y grande a la vez.
“Ven, Señor Jesús”
El Adviento es una gran espera: la de María, la de José, la de los pastores, la de toda la creación que suspira por el Salvador. En esa misma espera, Celebremos con el Niño Dios que nos invita a unirnos al canto de la Iglesia: “Ven, Señor Jesús, y llena nuestros corazones de tu paz”.
Con este libro, cada familia puede convertir la preparación de la Navidad en un auténtico camino espiritual, lleno de esperanza y ternura. Los niños aprenden que Jesús es el regalo más grande, y los adultos redescubren el gozo de creer como un niño.
Invitación
En esta Navidad, regalemos a nuestros niños una experiencia viva de fe. “Celebremos con el Niño Dios. Novena y actividades” no es solo un libro: es un encuentro con el misterio del Amor hecho Niño.
En cada página, una oración; en cada juego, una enseñanza; en cada gesto, una chispa de Evangelio.
Que cada hogar, escuela o comunidad que lo acoja se transforme en un Belén, donde reine la alegría, la fe y la esperanza. Y que los corazones de los más pequeños, con su pureza y entusiasmo, sigan recordándonos que el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos (Mt 19,14).
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